Los sentimientos apasionados e intensos podrían funcionar como un poderoso calmante.Uno de los más alentadores estudios que se han publicado en los últimos tiempos encontró que estar enamorado puede ayudar a aliviar dolores crónicos. Los sentimientos intensos y apasionados de amor pueden proporcionar un alivio para el dolor de forma similar a los analgésicos o a ciertas drogas como la cocaína, según un estudio del Centro Médico de la Universidad de Stanford que se publicó en la revista PLoS ONE.
Según explica Sean Mackey, responsable del estudio, "cuando las personas se encuentran en la fase del amor más apasionada existen alteraciones significativas en su estado de ánimo que impactan sobre su experiencia del dolor". En el estudio personas que eran tocadas con una vara metálica caliente mostraban menos indicios de dolor al ver la imagen de su ser querido.
La pregunta que sigue al estudio es si una mejor comprensión de la relación entre el amor y el dolor podría ayudar de alguna manera a los científicos a buscar soluciones para el dolor crónico, pues los médicos nunca podrán prescribirle a sus pacientes que se enamoren una y otra vez.
Pero ''tal vez recetar un poco de pasión en la relación de alguien puede de alguna manera ayudar con el dolor crónico propio, asumiendo que ya hay pasión con la pareja que tiene'', dice Mackey, jefe de estudios sobre manejo del dolor en la Universidad de Stanford.
Por otro lado, como dicen, el dinero no puede comprar el amor. Hay algunos que ni pagando pueden encontrar a esa persona que les sirva de aspirina; pero no se preocupen porque si no tienen amor pero nadan en montañas de dinero como Rico MacPato, siéntanse tranquilos porque el contar fajos de billetes tiene el mismo efecto analgésico que el amor o en su defecto el ácido acetilsalicílico.
Según otra nota publicada en abril por el periódico The Telegraph, un estudio dirigido por la Universidad de Minnesota, en el que personas debían contar 80 billetes de 100 dólares, mientras que otro grupo debía contar 80 papeles en blanco, y luego someterse a ciertos procedimientos un tanto dolorosos, eran quienes habían contado el dinero los que mejor aguantaban el dolor.
Así que ya lo saben, la próxima vez que vayan al dentista llévense la foto del amor de su vida, o si no al menos lleven unos billetitos y cuéntenlos mientras les tapan esos dientes picados.
Y tu ¿crees que el amor o el dinero pueden funcionar como paliativos ante el dolor físico?
Por: Eugenia Correa
Yahoo México
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