Descubre qué tan difícil puede ser sobrellevar una pareja cuando hay hijos de una relación previa. El jueves pasado cumplió años mi mamá y mi hermana aprovechó el evento familiar para presentarnos a su nueva pareja.
Inés, tiene 36 años, es docente de la escuela primaria, divorciada y no tiene hijos.
Hace cuatro años que su ex marido la dejó sin demasiadas explicaciones y su tristeza por el fracaso matrimonial fue enorme.
Verla llegar a la casa de mis padres, del brazo de un nuevo acompañante fue algo que nos puso muy contentos a todos los integrantes de la familia que sufrimos mucho por ver tan golpeada a mi hermana durante unos largos cuatro años.
El nombre del afortunado es Marcelo. Arquitecto, 41 años, divorciado pero con el pequeño detalle…
Paco y Mía se llaman los niños de tres y un año que Marcelo tuvo con su ex esposa.
Si bien Inés contó como si se tratara de un detalle menor el hecho de que su actual pareja fuera padre, a mi madre se le transformó el rostro y no pudo disimular en toda la noche que su nuevo yerno no era algo que ella hubiera elegido.
Intentando distraer a mi hermana para que no notara el desagrado de mi madre, pasé toda la velada contando e inventando anécdotas graciosas que distendían el clima.
Luego del café, Inés y Marcelo partieron raudamente ya que, según contó él, madruga para visitar a sus hijos antes de partir hacia su trabajo.
“Te das cuenta que de entrada ya deja claro que su prioridad son sus hijos, jamás va a hacer feliz a Inés”, dijo mi madre furiosa.
“Siempre los niños estarán por delante de su nueva pareja y ni que hablar de la relación obligada con la ex. Estas cosas siempre terminan mal y la nueva pareja no logra jamás un equilibrio. Las familias ensambladas son algo moderno pero inviable. Mi hija ocupará un rol demasiado incómodo que es el de cuidar, como una madre, pero sin serlo”, sentenció mi Mamá e intentó abandonar el living.
Confieso que estuve mal pero realmente no lo pude controlar. En un tono elevado de voz le dije a mi madre que era una antigua, pasada de moda y que no tenía idea de la vida. Que Inés se merecía ser feliz con quien ella eligiera y que ella no podía sentirse dueña de la verdad.
El mundo cambió y las formas de ser feliz son varias, le dije. Quién dijo que no se puede acomodar a la realidad de Marcelo y formar un proyecto exitoso juntos, dije por último.
Tengo muchos años vividos que me enseñaron que hay cosas que no se cambian. La escala de valores de la pareja de tu hermana siempre estará iniciada por sus hijos, su relación con la madre de sus hijos y luego… el resto.
Detesto a Mamá cuando muestra su pensamiento retrogrado y determina que ella tiene la razón.
Sobrellevar una pareja cuando hay hijos de relaciones anteriores seguramente sea algo difícil, pero ¿ es imposible?
¿Cuán difícil resulta poner límites a sus hijos ? ¿Se complica no tener celos de su constante vínculo con la ex? De tener nuevos hijos con la nueva pareja ¿los quiere tanto cómo a los anteriores? ¿Experimenta la culpa por no convivir con sus hijos y los malcría?
Por Violeta Santamarina
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