
MÉXICO, D.F., agosto 25 (EL UNIVERSAL).- La muerte súbita de un recién nacido conocida como “muerte de cuna”, no es una enfermedad, sino un síndrome, así lo dio a conocer José Fernando Peña Ortega, investigador del Departamento de Neurobiología del Desarrollo y Neurofisiología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El académico señaló que, aunque este deceso no puede ser explicado clínicamente por autopsia ni por análisis del sitio donde ocurre, entre los factores de riesgo se encuentran la hipertermia, el nacimiento prematuro y la exposición al humo del tabaco y a los opiáceos.
“Si bien no se conoce exactamente cuáles son las causas, hoy sabemos que está asociado a la incapacidad de los bebés para reaccionar ante la hipoxia (falta de oxígeno)”, explicó.
Bebés varones, más propensos
Según registros clínicos, la incidencia de muerte de cuna es mayor entre el sexo masculino.
Peña Ortega indicó que por pruebas de laboratorio con roedores, se descubrió que las hembras tienen mayor capacidad para resistir la hipoxia que los machos, con una similitud de casi uno a uno de lo que se ve en humanos.
“Por ello, estudiaremos esos mecanismos para saber cómo ayudar a los bebés varones”, indicó.
Manifestó que al contrario de lo que se piensa, inhalantes, alcohol, café, miel de abeja, o malnutrición materna, no tienen una relación fuerte con este síndrome.
El experto apuntó que también se analiza el papel que juegan las neuronas en el síndrome, así como las fases del sueño que puedan ser responsables.
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