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jueves, 10 de marzo de 2011

Lo que un obsequio dice de ti...

Más allá de la envoltura y el moño, lo que se regala y cómo regala habla mucho de quien lo entrega.

En dos días cumple años una íntima amiga. Organizó una cena en su casa para festejarlo.

Me llamó hace cuatro horas para invitarme y desde que colgué el teléfono no hago otra cosa que pensar en... ¿qué le voy a regalar?

Nunca me había puesto a pensar lo que habla de uno un simple regalo.

Si bien hay muchas personas que reconocen que a ellos les gusta regalar, no existe nadie en el planeta que no goce el hecho de recibir un regalo.

Algo que me gustaría aclarar es que no siempre lo más costoso es lo que más gusta.

Un regalo se disfruta mucho cuando demuestra que fue algo pensado y buscado para uno. Realmente genera mucha satisfacción darse cuenta de que aquello que nos están obsequiando fue buscado, pensado o ideado para nosotros.

Durante el almuerzo comenté lo inquieta que me tenía el regalo de mi amiga y cada uno de mis compañeros contó anécdotas relacionadas a regalos frustrados.

Carlos relató lo difícil que se le hizo agradecer un shampoo y una crema de enjuague que le regaló una cuñada su último cumpleaños. La dificultad se dio ya que Carlos es totalmente calvo y no supo cómo disimular lo evidente que quedó su querida cuñada en que ni había pensado en él, a la hora de elegir qué regalarle.

Andrea confesó que si bien desde chica le enseñaron que “lo que te regalan no se regala” ella tiene la obsesión de regalar lo que a ella le obsequian. Tanto lo hace que hace un mes notó una reacción extraña en el rostro de su suegra al abrir el regalo del día de la madre y al preguntarle el por qué, su suegra confesó que esa billetera era idéntica a la que ella le había obsequiado a Andrea el pasado cumpleaños. Juro que sentí que me iba a morir de la vergüenza, relató la contadora mientras todos estallábamos en una carcajada.

Yo soy uno de esos que jamás regalo en el momento. Soy el eterno “te lo debo y doy más adelante” pero juro que no lo dejo pasar, relató Andres.

Con dedicatoria, sin dedicatoria, con envoltorio atractivo o simplemente en una bolsita. Todos disfrutamos de recibir un regalo y anécdotas con ellos sobran… en tu caso, ¿qué fue lo mas extraño que te regalaron? O, ¿qué fue lo más ridículo que regalaste?

Por Violeta Santamarina

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