El altar a los muertos, tal como lo conocemos en la actualidad es el resultado del mestizaje prehispánico y la influencia española, pero el origen sigue siendo el mismo, iluminar el camino de los muertosLa antropóloga Teresa Herrera explicó que antes de la Conquista española se acostumbraba enterrar a los muertos con ciertos elementos que les permitieran a su alma encontrar el camino hasta el lugar de su eterno descanso. Las almas tenían cuatro años para encontrar este lugar, y los elementos con los que eran sepultados ayudaban a encontrarlo.
Sin embargo, al llegar los españoles no permitieron enterrar a los muertos con objetos y designaron el mismo día que ellos usaban para celebrar a “Todos los Santos”, el 2 de noviembre, para recordar a los muertos. Fue así como se inició la tradición de agrupar diversos elementos, como agua, fuego, copal, sal y veladoras en un altar dedicado a encaminar a los muertos a su descanso eterno.
A estos elementos básicos se fueron sumando los de cada tradición y cada región del país, por lo que cada altar tuvo elementos característicos, lo que fue más notorio en los alimentos. Al inicio la comida se ponía cruda, se usaban muchas semillas y plantas, pero hoy se colocan alimentos procesados como tamales o mole y se acostumbra personalizar las ofrendas al agregar platillos que gustaban a los muertos.
Teresa Herrera apuntó que a pesar de que en la mayoría de los casos la ofrenda sigue siendo el camino para los muertos, no lo es en todos hacia el descanso eterno, sino también a sus casas, para convivir con sus seres queridos. Además, se fijó el 1 de noviembre para los difuntos niños, pues su alma es más pura y tarda menos en regresar, y el 2 de noviembre para los adultos.
Durante la charla, la antropóloga mostró ejemplos de diversas ofrendas de muertos en distintas regiones del país, como Campeche y Veracruz, para recordar a los asistentes que no importa la zona de México donde uno se encuentre, ni los elementos que incluya, lo importantes es mantener viva una de las tradiciones más importantes de nuestro país, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Intangible de la Humanidad, para no mezclar ni confundir con otras festividades internacionales, como el Halloween y la Noche de Brujas.
Y para que se antojen de las monumentales celebraciones en México, chequen el dato a éste artículo:
http://zonalibrevacaciones.blogspot.com/2010/11/dia-de-muertos-en-janitzio-michoacan.html









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